sábado, 15 de diciembre de 2007

El salto de obstáculos

Los primeros obstáculos que habrá que saltar tendran entre 60 a 80 cm. de altura. En los concursos, las barras pueden elevarse a 1.50-1.70 m. Las fases importantes del salto son 2: el impulso y la recepción. En ambos casos, el acompañamiento por parte del jinete del movimiento del caballo es escencial. En la fase de impulso, la rapidez del caballo va a acelerar bruscamente; al mismo tiempo, el desplazamiento es hacia adelante y hacia arriba. Por ello es necesario que el jinete desplace su centro de gravedad hacia delante; para hacerlo, se levantará un poco de la silla e inclinará el tronco hacia adelante, esta poscición se llama suspención. Durante el salto, la firmeza la asegura la fuerte presión de las rodillas contra la silla; si se agarra a la silla, su centro de gravedad podría desplazarse hacia atrás, lo que provocarís su caída al final del salto. En el momento de la recepción, hay que utilizar las rodillas como amortiguadores. También los brazos pueden cumplir esta función, pues en ese instante se apoyan momentáneamente el el cuello del caballo. La vuelta a la silla debe hacerse con suavidad; si caemos pesadamente después de cada salto, al caballo se le pasarán enseguida las ganas de saltar. El primer obstáculo suele estar dispuesto en el medio del lado largo, por lo que salta a mano izquierda o derecha. Lo habitual es marchar al paso hacias el primer obstaculo¡, de manera que el animal tenga ocasión de observar que no se trata de un obstáculo insuperable.

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